EDIFICACIÓN ESPIRITUAL CRISTIANA EN GRACIA Y VERDAD

NOTAS BREVES ACERCA DE GUARDAR LA UNIDAD DEL ESPÍRITU (H. H. Snell)

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NOTAS BREVES ACERCA DE

GUARDAR LA UNIDAD DEL ESPÍRITU

 

 

Todas las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y han sido tomadas de la Versión Reina-Valera Revisada en 1960 (RVR60) excepto en los lugares en que, además de las comillas dobles (""), se indican otras versiones, tales como:

 

JND = Una traducción literal del Antiguo Testamento (1890) y del Nuevo Testamento (1884) por John Nelson Darby (1800-82), traducido del Inglés al Español por: B.R.C.O.

VM = Versión Moderna, traducción de 1893 de H. B. Pratt, Revisión 1929 (Publicada por Ediciones Bíblicas - 1166 PERROY, Suiza).

 

 

"Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación."

Efesios 4: 3, 4

 

 

Se nos manda a ser solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, o, a usar diligencia para guardar la unidad del Espíritu en el unidor vínculo   de la paz. (Efesios 4:3 - JND). Ahora bien, ¿qué hemos nosotros de entender por 'guardar' esta unidad? ¿Qué es esto? No obstante, antes de que consideremos lo que ello es, puede ser bueno considerar lo que ello no es.

 

1. Guardar la unidad del Espíritu no es meramente una unión congregacional. Puede existir una considerable unicidad de pensamiento y juicio con Cristianos que componen una congregación particular, lo cual, después de todo, puede ser sólo independencia; o, una congregación eligiendo actuar de manera independiente de todas las demás congregaciones de Cristianos. El Espíritu Santo mora en, y actúa en, la iglesia en todo el mundo [*] La independencia y guardar la unidad del Espíritu no tienen nada que ver entre sí.

 

[*] La palabra "iglesia" es usada en la Escritura con referencia al cuerpo de Cristo, como "la iglesia, la cual es su cuerpo" (Efesios 1: 22, 23); y para la iglesia profesante, o la iglesia considerada en la tierra como el lugar de responsabilidad corporativa, tal como, "la iglesia de los Laodicenses" (Colosenses 4:16), "la iglesia de Dios que está en Corinto" (1ª. Corintios 1:2; 2ª. Corintios 1:1), etc.

 

2. No es una unidad sectaria, o actuar juntos sobre un principio sectario, aun si todos los santos en el mundo estuviesen en un terreno tal.

 

3. No es una unión de sectas, con independencia de cuántas de las sectas, como sectas, se congregaran juntas y actuaran juntas.

 

4. No siempre es demostrada por la unanimidad. No obstante lo mucho que la unanimidad sea deseada; porque los Corintios parecen haber sido unánimes en mantener entre ellos uno contaminado con mal flagrante; y, evidentemente, no fueron unánimes en quitar el "perverso" de entre ellos (Véase 2ª. Corintios 12: 20, 21). NO es un asunto acerca de mayoría, de minoría, o de unanimidad, sino de ¿Cuál es el pensamiento del Señor? ¿Cuál es la senda señalada por el "un Espíritu"? (Efesios 4: 4-6).

 

5. No es meramente unión, incluso si ella es de la mejor clase; porque, ¿acaso no están todos los santos, por mucho que se equivoquen, en unidad viviente para siempre los unos con los otros y con el Señor?

 

6. No es nada aparte de la unidad — una unidad que puede ser guardada solamente por aquellos que son miembros del "un cuerpo" del cual Cristo en el cielo es la Cabeza. Cuando nosotros leemos en Malaquías 3:16 y 17 acerca de, "los que temían a Jehová… Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe", el profeta está hablando de un remanente de Judíos que teme a Dios, no de los miembros del "un cuerpo" — la asamblea. Tampoco los 'compañeros" (Malaquías 3:16) son lo mismo que los miembros del "un cuerpo." Además, "hermanos habitando "juntos en armonía (o unidad)" (Salmo 133:1), tendrá su cumplimiento en tiempos del milenio de la bendición de Israel en la tierra — una unidad de hermanos — no la membresía del "un cuerpo", lo cual es el orden actual de bendición de Dios. La nación de Israel nunca será esto. Hay un cuerpo. La idea de "doce tribus" es muy diferente de la del "un cuerpo." (Véase Salmo 133; Hebreos 1:9; Efesios 5:30).

 

Consideremos ahora qué es guardar la unidad del Espíritu.

 

1. Solamente los santos pueden guardarla. Los tales son exhortados a andar como es digno de la vocación con que fueron llamados, usando diligencia para guardarla.

 

2. Esta unidad ha de ser guardada, no hecha. Aquellos que intentan hacerla demuestran que ellos no guardan la unidad del Espíritu, la cual ha sido ya hecha.

 

3. No es meramente unión, sino unidad — "un solo y nuevo hombre (Efesios 2:15), formado por miembros en la tierra unidos a Cristo La Cabeza en el cielo. De modo que uno, que Jesús, el Hombre glorificado, pudo decir al aborrecedor de Sus miembros en la tierra, "¿por qué ME persigues?" (Hechos 9:4). Observe, no es 'por qué persigues a los míos', sino "me persigues; y el Espíritu Santo habla ahora de los tales como miembros de Su cuerpo, de Su carne, y de Sus huesos (Efesios 5:30). Además, la unidad está formada y energizada, y todos los miembros, son enseñados, guiados, e influidos por un Espíritu (Efesios 4: 4-6). El "un pan" sobre la Mesa del Señor muestra que el pensamiento del Señor es que esta unidad debería ser expresada hasta que Él venga. (Véase 1ª. Corintios 10:17). ¡Es bienaventurado saber esto!

 

4. La unidad es de una manera tan espiritual que ella puede ser guardada solamente con toda humildad y mansedumbre, y paciencia, soportándonos los unos a los otros en amor (Efesios 4:2). No hay espacio alguno para las armas carnales. Cuando esta unidad es guardada verdaderamente, ello será en el unidor vínculo de la paz. ¡Que precioso vínculo! Por consiguiente, los que andan de manera soberbia y en su voluntad propia no pueden estar guardando esta unidad.

 

5. Es una unidad santa, porque el Espíritu es santo (Efesios 4:30). Por lo tanto, nada que sea inadecuado para Él, el cual es santo y verdadero, puede ser consistente con el hecho de guardar la unidad del Espíritu. La separación del mal es, por tanto, imperativa. "Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo." (2ª. Timoteo 2:19).

 

6. Es según la verdad, porque el Espíritu es la verdad (1ª. Juan 5:6), y él guía a toda la verdad (Juan 16:13). Por consiguiente, guardar la unidad del Espíritu excluye todo lo que es contrario a la verdad (Efesios 4: 20, 21).

 

7. Es una unidad que incluye nada menos que a todo miembro del "un cuerpo." Ella considera, de manera práctica, a todo santo en Cristo Jesús, y está asociada con todos los que están siendo solícitos en guardar esta unidad. Por lo tanto, dicha unidad no puede ser sectaria, no obstante ella pueda parecer ser eso. Los tales aman a todos los santos, oran por todos los santos, y andarían con todos los santos, si ellos pudiesen hacer eso conforme a la verdad.

 

8. es la unidad del Espíritu porque la senda y el poder para guardarla es por medio del "un Espíritu" en todo el mundo, allí donde los santos están. Al que tiene oído se le ordena, por tanto, oír lo que el Espíritu dice a las iglesias o asambleas (Apocalipsis 2: 7, 11, etc.). Al guardar esta unidad santa, entonces, la acción del "un Espíritu" es reconocida y poseída de manera práctica, allí donde dos o tres están congregados en el nombre del Señor Jesucristo, y poseen así Su presencia y el Espíritu Santo que ha sido enviado. Dondequiera que un caso ha sido juzgado de esta forma, este no es juzgado en otra parte, sino que el juicio de aquellos que lo han juzgado así es aceptado como reconociendo al "un Espíritu".

 

Es importante distinguir entre 'limpiarse de' y 'purificarse de'. En el estado normal de la iglesia, cuando todos los creyentes estaban juntos, y todos los de afuera eran incrédulos, se dijo "limpiaos, pues, de" (1ª. Corintios 5:7); pero para una época de ruina — una casa grande — cuando toda especie de mal ha sido asociado con el nombre de nuestro precioso Señor Jesús, a los fieles se les dice también que se 'purifiquen de'. "Sin embargo el fundamento de Dios se mantiene firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de la iniquidad todo aquel que nombra el nombre de Cristo. Empero en una casa grande, hay no solamente vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro: y algunos son para honra, y otros para deshonra. Si pues se purificare alguno de éstos, será un vaso para honra, santificado, útil al dueño, y preparado para toda obra buena." (2ª. Timoteo 2: 19-21 – VM).

 

9. La senda al ser así solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz (Efesios 4:3), debe estar, por tanto, relacionada con la separación práctica de aquellos que actúan en contra de la verdad, y la santidad, y las formas de la unidad del Espíritu. Nosotros podemos cruzar la calle para saludar a quien creemos que es un miembro del "un cuerpo", y aún seguir siendo solícitos en guardar la unidad del Espíritu, aunque sus modos de obrar sectarios nos prohíban ir con él más allá. La comunión con el Señor a través de Su verdad nos guiará en cuanto a estas cosas, y en toda otra acción, para la gloria de Dios.

 

Por consiguiente, todos los que están guardando de manera inteligente la unidad del Espíritu, reconocen que el mismo Espíritu Santo es una Persona divina que mora en todo hijo de Dios en todo el mundo, que todos tienen entrada por un mismo Espíritu al Padre (Efesios 2:18), y que Dios mora por medio del Espíritu en toda la tierra donde el nombre del Señor es profesado — la casa. Ellos reconocen placenteramente a todos los creyentes verdaderos en la tierra unidos por un Espíritu a Cristo en el cielo; como miembros del "un cuerpo", el "nuevo hombre" (Efesios 2:15); y mientras lo hacen; esperan de los cielos al Hijo (1ª. Tesalonicenses 1:10) — la "una misma esperanza" (Efesios 4:4) de nuestra vocación. Es imposible, por tanto, reconocer dos o más compañías de santos en cualquier lugar que no están en comunión conforme a la verdad, porque hay Un solo cuerpo; o reconocer formas diferentes de tratar con los mismos asuntos en disciplina, porque hay Un solo Espíritu; o tener esperanzas diversas, porque hay Una sola esperanza. Se necesita una mente humilde, y esperar en el Señor en mansedumbre, para facultar a cualquiera para que reciba, retenga, y exteriorice estas cosas. "Encaminará a los humildes por el juicio, Y enseñará a los mansos su carrera." (Salmo 25:9).

 

H. H. Snell

 

De la revista "Things New and Old", Vol. 25.-

 

 

Traducido del Inglés al Español por: B.R.C.O.- Junio 2017.-

Título original en inglés:
Brief Notes on Keeping the Unity of the Spirit, by H. H. Snell
Traducido con permiso
Publicado por:

 

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