Extracto
de Notas y Consultas Escriturales
F. G. Patterson
Todas
las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles (" ") y han sido tomadas de la Versión Reina-Valera
Revisada en 1960 (RV60) excepto en los lugares en que además de las comillas dobles ("") se indican otras
versiones mediante abreviaciones que pueden ser consultadas al final del escrito.
11ª
Parte de: La Doctrina de Pablo y Otros Documentos
"Procurando
con diligencia guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz".
(Efesios 4: 3
– RVA)
PREGUNTA: ¿«Cómo he de procurar con diligencia guardar "la unidad
del Espíritu en el vínculo de la paz"? ¿Qué significa?»
RESPUESTA: El
Espíritu Santo descendió del cielo personalmente el día de Pentecostés y mora en cada miembro
de Cristo individualmente (1ª Corintios 6: 19; Efesios 1: 13, 14, etc.); y los santos así habitados en
la tierra forman la morada de Dios en el Espíritu. Él mora colectivamente en toda la Iglesia (Efesios 2: 22,
etc.). Él une cada miembro a Cristo. (1ª Corintios 6: 17). Une cada miembro a los demás miembros (1ª
Corintios 12: 13), y todos los miembros a la Cabeza. Esta es la Iglesia de Dios, — el cuerpo de Cristo.
Esta unidad ha
permanecido intacta a través de todos los fracasos de la Iglesia. Es una unidad que no puede ser destruida porque es
mantenida por el propio Espíritu Santo. Él constituye la unidad del cuerpo de Cristo.
La Iglesia de
Dios era responsable de haber mantenido esta unidad del Espíritu en unicidad práctica externa y visible. En
esto ella ha fracasado. Esta unidad no ha fracasado. Ella permanece porque el Espíritu de Dios permanece. Ella permanece
incluso cuando la unicidad de acción casi ha desaparecido. La unidad de un cuerpo humano permanece cuando un miembro
está paralizado; pero ¿dónde está su unicidad? El miembro paralizado no ha dejado de pertenecer
al cuerpo pero ha perdido la saludable articulación del cuerpo.
Unicidad
= Cualidad de único.
Aun así,
con independencia de cuál es la ruina, — con independencia de cuán terrible es el estado confuso y malsano
en que se encuentran las cosas, — la Escritura nunca admite que es impracticable que los santos anden en la comunión
del Espíritu de Dios e impracticable la mantención de la verdad; eso es siempre practicable. El Espíritu
de Dios presupone días malos y peligrosos; sin embargo Dios nos ordena procurar con diligencia "guardar la unidad
del Espíritu en el vínculo de la paz"; y y Él no nos ordena nada que sea impracticable. Nosotros
nunca podremos restaurar nada a su estado anterior; pero podemos andar en obediencia a la Palabra y en compañía
del Espíritu de Dios, el cual nos capacita para adherirnos a la Cabeza. Él nunca sacrificará
a Cristo y su honra y gloria, por Sus miembros. De ahí que somos exhortados a procurar con diligencia guardar la "unidad
del Espíritu" (no la 'unidad del cuerpo', lo cual nos impediría separarnos de cualquier miembro
del cuerpo de Cristo, sea cual fuere su práctica). El Espíritu Santo glorifica a Cristo, — y andando en
comunión con Él somos mantenidos especialmente identificados con Cristo.
En este hecho
de procurar yo debo comenzar conmigo mismo. Mi primer deber es separarme para Cristo de todo lo que es contrario
a Él, — leemos, "Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre del Señor". (2ª
Timoteo 2: 19 – RVA). Este mal puede ser moral, práctico o doctrinal; no importa lo que sea, yo debo apartarme
de él; y cuando lo he hecho me encuentro en la comunión del Espíritu Santo de manera práctica
y sobre una base divina donde todos los que son de corazón sincero pueden estar igualmente. Si yo puedo encontrar a
quienes han hecho lo mismo, debo seguir con ellos "tras la justicia, la fe, el amor, la paz, con los que de corazón
puro invocan al Señor". (2ª Timoteo 2: 22 - JND). Si no encuentro a ninguno en el lugar donde estoy
yo debo estar solo con el Espíritu Santo para mi Señor. Sin embargo existen, alabado sea el Señor, muchos
que han hecho lo mismo y están en la línea de acción del Espíritu de Dios en la Iglesia. Ellos
tienen como recurso la promesa bienaventurada: "Donde dos o tres son congregados a mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos". (Mateo 18: 20 - JND). Ellos son uno de manera práctica, como siendo guiados por el mismo
Espíritu, con cada miembro de Cristo en el mundo que ha hecho lo mismo. Yo no me refiero ahora a su unión absoluta
con todo el cuerpo de Cristo, — sino a la práctica.
La base sobre
la que ellos son congregados (es decir, el Espíritu de Dios, en el cuerpo de Cristo) es lo suficientemente amplia en
su principio como para incluir a toda la Iglesia de Dios; y es el único contexto divinamente amplio sobre la tierra.
Lo suficientemente angosto como para excluir de su seno todo lo que no es del Espíritu de Dios: admitir a los tales
los pondría fuera de la comunión del Espíritu Santo de manera práctica.
Este hecho de
procurar con diligencia no se limita a los que son congregados así, — uno con otro. Ello tiene en perspectiva
a cada miembro de Cristo en la tierra. El andar de los así reunidos, en separación para Cristo, y la comunión
práctica del Espíritu y el mantenimiento de la verdad, es el amor más verdadero que ellos pueden mostrar
hacia sus hermanos que no están con ellos de manera práctica. Andando en la verdad y en unidad, — ellos
desean que sus hermanos sean ganados para la verdad y para la comunión del Espíritu Santo. Puede ser que ellos
no sean más que un débil remanente; pero a los verdaderos remanentes siempre se los distinguió por la
consagración personal de ellos al Señor, ¡el cual los cuidó siempre especialmente con la más
tierna solicitud, y se asoció de manera especial con ellos!
F. G. Patterson
Traducido del
Inglés por: B.R.C.O. – Julio 2024
Otras
versiones de La Biblia usadas en esta traducción:
JND
= Una traducción del Antiguo Testamento (1890) y del Nuevo Testamento (1884) por John Nelson Darby, versículos
traducidos del Inglés al Español por: B.R.C.O.
RVA
= Versión Reina-Valera 1909 Actualizada en 1989 (Publicada por Editorial Mundo Hispano).