EDIFICACIÓN ESPIRITUAL CRISTIANA EN GRACIA Y VERDAD

Comentarios Preliminares (H. H. Snell)

INICIO / AUTORES y SECCIONES
Escritos de H. C. ANSTEY
Escritos de J. G. BELLETT
Escritos de J. N. DARBY
Escritos de EDWARD DENNETT
Escritos de W. W. FEREDAY
Escritos de F. W. GRANT
Escritos de F. B. HOLE
Escritos de WILLIAM KELLY
Escritos de C. H. MACKINTOSH
Escritos de J. T MAWSON
Escritos de F. G. PATTERSON
Escritos de SAMUEL RIDOUT
Escritos de H. H. SNELL
Escritos de G. V. WIGRAM
Escritos de G. C. WILLIS
Escritos de W. T. P. WOLSTON
Escritos de otros Autores: A.E.BOUTER, E.N.CROSS, A.C. GAEBELEIN, F.WALLACE, N. NOEL...
ENLACES/LINKS

Acerca de la inspiración y la Autoridad Divinas de las Santas Escrituras

MOBI

EPUB

descarga_pdf_logo.jpg

Para oír o descargar sírvase pulsar este botón

Duración: 4 minutos, 55 segundos

Acerca de la Inspiración y la Autoridad Divinas 

de las Santas Escrituras

H. H, Snell

 

1ª Parte - Comentarios Preliminares

 

Todas las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles (" ") y han sido tomadas de la Versión Reina-Valera Revisada en 1960.

 

Si cuando Moisés vio que la zarza que ardía no se consumía se le dijo que se quitara el calzado de sus pies porque el lugar donde estaba era tierra santa, ¡con cuánta humildad de pensamiento y santa reverencia deberíamos acercarnos a ponderar la imperecedera e inalterable palabra de Dios que ha sido escrita para nuestra enseñanza; especialmente cuando recordamos nuestra entera dependencia del Espíritu Santo para recibir, revelar o comunicar las cosas de Dios! (Éxodo 3: 1-5).

 

Dios conoce nuestra total incapacidad para escudriñar Sus cosas profundas aparte de la operación del Espíritu de Dios; pero habiendo sido dado el Espíritu a los que creen, ahora nosotros no sólo podemos conocer las cosas que nos son concedidas gratuitamente por Dios (1ª Corintios 2: 10-12), sino que se nos manda contender “ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos". (Judas 3). Además la propia revelación de Dios de Su pensamiento no ha sido dada meramente a predicadores o maestros dotados, sino que es la propiedad común de los santos, — de todos aquellos que son llamados por Dios por medio del evangelio de Su Hijo Jesucristo. Para ellos es el maravilloso don de Dios. Es la herencia actual de todos Sus hijos. Por lo tanto, descuidar "la fe que ha sido una vez dada" es deshonrarle a Él, y muestra claramente que el corazón está en otra cosa. Valorarla aquí por encima de todo lo demás debe distinguirnos. No encontrar el más profundo interés en las páginas de la Escritura Santa indica que nosotros la consideramos muy poco. Está bien leerla; pero meditar en ella noche y día con deleite es lo que Dios da a quienes buscan un mayor conocimiento de Él por medio de Su palabra. Felices son aquellos que pueden decir verdaderamente, como uno de los antiguos,

 

“¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca”.  ( Salmo 119: 103).

 

Entonces, ¡con qué humildad de corazón deberíamos acercarnos al volumen sagrado y con qué gratitud a Dios por habernos dado tal tesoro; con qué temor piadoso, también, no sea que por un pensamiento o una expresión impropios empañemos la gloria de su infinita perfección! Cuando nosotros consideramos que estas "palabras de Dios" resplandecerán en todo su inmutable resplandor y eterno valor cuando el cielo y la tierra hayan desaparecido, ¿cómo no podemos dejar de temer que por ignorancia o debilidad de nuestra parte estropeemos el testimonio de la verdad de Dios, o impidamos su bendición para los demás?

 

Si sólo pensamos en nosotros mismos, — en nuestras debilidades, nuestros fracasos y nuestra indignidad, ¿cómo podríamos salir a pelear “la buena batalla de la fe"? (1ª Timoteo 6: 12). Pero cuando consideramos que Dios ha hecho que las Escrituras estén escritas para nuestro consuelo, que el apóstol deseaba que "la palabra del Señor corra y sea glorificada" (2ª Timoteo 3: 1), que por medio de ella pecadores son hechos renacer por Dios (1ª Pedro 1; 22, 23), y Sus santos corregidos y edificados, entonces podemos confiar en el cuidado amoroso y la bondad sustentadora de nuestro Dios misericordioso, y contar con Su tierna misericordia. Tampoco olvidaremos que, por gracia, Él ha dicho: "Miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra". (Isaías 66: 2). ¡Que éste sea el estado de corazón en el que ponderamos el volumen inspirado! Porque

 

Una gloria dora la página sagrada, majestuosa, como el sol;

Ella da una luz a cada época — ella da, pero no la pide prestado.

La mano que la dio aún abastece, por gracia, la luz y el calor;

Sus verdades al creer se elevan, — se elevan pero nunca caen.

 

H. H. Snell

 

Traducido del Inglés al Español por: B.R.C.O.- Diciembre 2024.

Título original en inglés:
Preliminary Remarks on the Inspiration of the Holy Scriptures, Articles by H.H.Snell
Traducido con permiso
Publicado por:
Bible Truth Publishers

Versión Inglesa
Versión Inglesa