SINOPSIS
de los Libros
de la Biblia
Todas las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles
(" ")
y han sido tomadas de la Versión Reina-Valera Revisada en 1960
(RV60) excepto en los lugares en que además de las comillas dobles
("") se indican otras versiones mediante abreviaciones que pueden ser
consultadas al final del escrito.
JUDAS
El
alcance de la breve epístola de Judas
en
cuanto a la apostasía de la cristiandad
La Epístola de Judas desarrolla la
historia de la apostasía de la cristiandad desde los primeros elementos que se infiltraron
encubiertamente en la asamblea para corromperla hasta el juicio de ellos cuando
nuestro Señor se manifieste, pero como apostasía moral al convertir la gracia
de Dios en libertinaje. En la primera epístola de Juan ellos han salido; aquí
se han infiltrado encubiertamente, corrompiendo. Se trata de una epístola muy
breve que contiene enseñanza presentada con mucha brevedad y con la enérgica
rapidez del estilo profético, pero enseñanza que tiene un inmenso valor y una amplia
trascendencia.
El mal que se había introducido subrepticiamente
entre los cristianos no cesaría hasta ser destruido mediante juicio.
Apóstatas,
los que una vez formaron parte de la compañía
de
cristianos profesantes; el arrebatamiento de los santos
los ha
dejado atrás para el juicio como enemigos
Nosotros ya hemos mencionado esta
diferencia entre la Epístola de Judas y la segunda de Pedro, en cuanto a que
Pedro habla de pecado, y Judas habla de apostasía, la desviación
de la asamblea de su estado primitivo delante de Dios. El tema que trata Judas
es el apartamiento de la santidad de la fe. Él no habla de separación exterior.
Él considera a los cristianos como un número de personas que profesan una
religión en la tierra, y originalmente fieles a lo que ellos profesaban.
Ciertas personas se habían infiltrado encubiertamente entre ellos. Ellos comían
impúdicamente durante los ágapes de los cristianos; y aunque el Señor vendría
acompañado por todos Sus santos (de modo que los fieles ya habrán sido
arrebatados), aun así en el juicio estas personas todavía son consideradas como
estando en la misma clase: "y dejar convictos", dice, "a todos
los impíos de todas sus obras impías". Ellos realmente pueden estar en
abierta rebelión en el momento del juicio, pero ellos eran individuos que una
vez habían formado parte de la compañía de cristianos; eran realmente
apóstatas, enemigos dejados atrás.
Cuando se dice. "Estos son los que
se separan a sí mismos" (versículo 19 – JND, KJV, RV1602P, RV1865), ello
no quiere decir que se separan públicamente
en la asamblea visible pues el autor habla de ellos como estando en medio de
ella; sino que ellos mismos se separan a sí mismos estando en ella, como siendo
ellos más excelentes que los demás, como los fariseos entre los judíos. Judas
los señala como estando en medio de los cristianos y presentándose como tales.
El juicio cae sobre esta clase de personas; el arrebatamiento de los santos los
ha dejado atrás para juicio.
La
fidelidad de Dios y Su cuidado para con Sus santos;
Judas se
dirige a los que son guardados
Judas comienza declarando la fidelidad
de Dios y el carácter de Su cuidado para con los santos, lo cual responde a la
oración de Jesús en Juan 17. Ellos fueron llamados, fueron santificados por
Dios el Padre y preservados en Jesucristo. ¡Feliz testimonio! que magnifica la
gracia de Dios. "Padre santo", dijo el Señor, "guárdalos"
(Juan 17:11); y éstos eran santificados por Dios el Padre y preservados en
Jesucristo. El Apóstol habla teniendo presente el abandono de la santa fe por parte
de muchos; él se dirige a los que eran guardados.
Exhortación
necesaria a contender por la fe que ya estaba
siendo corrompida;
los dos elementos del mal son presentados:
rechazo
de la autoridad de Cristo y abuso de la gracia
Él se había propuesto escribirles
acerca de la común salvación a todos los cristianos; pero se vio en la
necesidad de exhortarlos a estar firmes, a contender por la fe que ha sido una
vez dada a los santos. Porque esa fe ya estaba siendo corrompida mediante la
negación de los derechos de Cristo a ser Señor y Maestro; y así también al dar
libre curso a la voluntad propia, ellos abusaban de la gracia y la convertían
en un principio de libertinaje. Estos son los dos elementos del mal que introducían
los instrumentos de Satanás: a saber, el rechazo de la autoridad de Cristo (no
de Su nombre) y el abuso de la gracia para satisfacer sus propias
concupiscencias. En ambos casos era la voluntad del hombre, la cual ellos liberaron
de todo lo que la refrenaba. La expresión, "Dios el único soberano"
("Lord God en la Biblia KJV) señala este carácter de Dios. "Lord"
(Señor", no es aquí la palabra griega generalmente usada; es δεσπότης (despótes), es decir,
"amo, señor".
El
juicio de Dios sobre los que no andan donde Él los ha colocado
Habiendo señalado el mal que se había
infiltrado secretamente la epístola continúa mostrándoles que el juicio de Dios
es ejecutado sobre aquellos que no andan de acuerdo con la posición en la que
Dios los había colocado originalmente.
Malos hombres
infiltrándose;
corrupción
sigue a continuación
El mal no era sólo que ciertos hombres
se habían infiltrado entre ellos, — lo que era en sí mismo un mal inmenso
porque la acción del Espíritu Santo es así obstaculizada entre los cristianos,
— sino que definitivamente todo el testimonio delante de Dios, el vaso que
contenía este testimonio, se corrompería (como ya había sido el caso con los judíos)
hasta tal punto que haría caer sobre sí el juicio de Dios. Y así se ha
corrompido dicho testimonio.
Dos
ejemplos de corrupción moral y su juicio:
Israel y
los ángeles que no guardaron su primer estado
Este es el gran principio de la caída
del testimonio establecido por Dios en el mundo, por medio de la corrupción del
vaso que lo contiene y que lleva su nombre. Al señalar la corrupción moral como
caracterizando el estado de los profesantes Judas cita como ejemplos de esta
caída y de su juicio el caso de Israel que cayó en el desierto (con la
excepción de dos, Josué y Caleb), y el de los ángeles que no habiendo guardado
su primer estado han sido guardados bajo oscuridad, en prisiones eternas para
el juicio del gran día.
Sodoma y
Gomorra como testimonio perpetuo en la tierra
del juicio que cayó sobre ellos
Este último ejemplo le sugiere otro
caso, el de Sodoma y Gomorra, caso que presenta la inmoralidad y la corrupción
como causa del juicio. La condición de ellos es un testimonio perpetuo aquí en
la tierra del juicio que cayó sobre ellos.
La inmundicia
de la carne
y el rechazo
a la autoridad desarrollados;
la cohibición de Miguel y
su recurso a Dios
Estos hombres impíos con el nombre de
cristianos no son más que soñadores porque la verdad no está en ellos. Los dos
principios que hemos mencionado se desarrollan en ellos: la inmundicia de la
carne y el rechazo a la autoridad. Esto último se manifiesta de una segunda
forma, a saber, la abusiva libertad de la lengua, la voluntad propia que se
manifiesta blasfemando de las potestades superiores. Mientras que el texto dice
que el arcángel Miguel no se atrevió a proferir juicio de maldición ni siquiera
contra el diablo, sino que con la seriedad de quien actúa conforme a Dios recurrió
al juicio de Dios mismo.
Tres
tipos de mal y animadversión hacia Dios
Judas resume entonces las tres clases o
caracteres de mal y de la animadversión hacia Dios; en primer lugar, el de la
naturaleza, la oposición de la carne al testimonio de Dios y a Su verdadero
pueblo, el ímpetu que esta enemistad da a la voluntad de la carne; en segundo
lugar, el mal eclesiástico, enseñar el error por lucro sabiendo todo el tiempo
que ello es contrario a la verdad y es contra el pueblo de Dios; en tercer
lugar, la oposición pública, la rebelión, contra la autoridad de Dios en Su
verdadero Rey y Sacerdote.
El
carácter de los apóstatas; su fin profetizado;
un
sistema continuo de mal desde la época de los apóstoles
hasta
que el Señor venga
En la época en que Judas escribió su
epístola aquellas personas que Satanás introducía en la Iglesia para suprimir
su vida espiritual y para causar el resultado que el Espíritu ve proféticamente,
estaban morando en medio de los santos, participaban en esos convites piadosos
en los que ellos e reunían en señal de su amor fraternal. Ellos eran
"manchas" en aquellos "ágapes", comiendo impúdicamente,
apacentándose en los pastos de los fieles. El Espíritu Santo los denuncia
enérgicamente. Ellos estaban dos veces muertos, por naturaleza y por su
apostasía; sin fruto, dando un fruto que perecía como fuera de temporada; desarraigados;
arrojando como espuma su propia vergüenza; estrellas errantes reservadas para
las tinieblas. Desde antaño el Espíritu había anunciado por boca de Enoc el
juicio que debía ser ejecutado sobre ellos. Esto presenta un aspecto muy
importante de la enseñanza presentada aquí; a saber, que este mal que se había
infiltrado entre los cristianos continuaría y aún sería hallado cuando el Señor
regresara para juicio. Él vendría con Sus santas decenas de millares para
ejecutar juicio sobre todos los impíos entre ellos por sus actos de iniquidad y
sus palabras impías que habían hablado contra Él. Habría un sistema continuo de
mal desde la época de los apóstoles hasta que el Señor viniera. Este es un
testimonio solemne de lo que sucedería entre los cristianos.
Los amparadores
del libertinaje identificados con los rebeldes
que
serán juzgados; advertencia ya dada en cuanto a ellos
Es muy notable ver que el escritor
inspirado identifica a los amparadores del libertinaje con los rebeldes que
serán el objeto del juicio en el día postrero. Es el mismo espíritu, la misma
obra del enemigo, aunque reprimida por el momento, que madurará para el juicio
de Dios. ¡Lamentable para la asamblea! Sin embargo ello no es más que la
progresión universal del hombre. Sólo que, habiendo la gracia revelado
plenamente a Dios y liberado de la ley, ahora debe haber o bien santidad de
corazón y alma y las delicias de la obediencia bajo la ley perfecta de la
libertad, o bien permisión y rebelión abiertas. En esto es cierto el refrán con
respecto a que la corrupción de lo más excelente es la peor de las
corrupciones. Nosotros debemos añadir aquí que la adulación a los hombres para
sacar provecho mediante ellos es otro rasgo característico de estos apóstatas.
No es a Dios a quien miran.
Ahora bien, los apóstoles ya habían
advertido a los santos en cuanto a que vendrían estos burladores andando según
sus malvados deseos, exaltándose ellos mismos, no teniendo el Espíritu sino
estando en el estado natural.
Exhortación
práctica a los guardados
a edificarse
en la santa fe de ellos
y a conservarse en la comunión
de Dios y en
oración
Sigue a continuación una exhortación
práctica para los que eran guardados. Según la energía de la vida espiritual y al
poder del Espíritu de Dios ellos debían por gracia edificarse y conservarse en
la comunión de Dios. Para el creyente la fe es una santísima fe; él la ama,
porque ella es así; ella lo coloca en relación y en comunión con Dios mismo. Lo
que él tiene que hacer en las circunstancias dolorosas de las que habla el
Apóstol (con independencia de cuál pueda ser la medida de su desarrollo) es
edificarse en esta santísima fe. Él cultiva la comunión con Dios y se beneficia
por gracia mediante las revelaciones de Su amor. El cristiano tiene su propia esfera
de pensamiento en la que él se oculta del mal que lo rodea y crece en el
conocimiento de Dios de quien nada puede separarlo. Su porción es siempre tanto
más evidente para él cuanto más el mal aumenta. Su comunión con Dios es en el
Espíritu Santo, en cuyo poder él ora y el cual es el vínculo entre Dios y su
alma; y sus oraciones son de acuerdo con la intimidad de esta relación y
animadas por la inteligencia y la energía del Espíritu de Dios.
El motivo
del cristiano: misericordia en presencia de tanto mal;
los apartados
a ser diferenciados de los que son malos y corruptos
Así se mantenían ellos en la
conciencia, en la comunión y en el disfrute del amor de Dios. Ellos permanecían
en Su amor mientras residían aquí abajo, pero como motivo ellos estaban
esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. En
efecto, cuando uno ve cuáles son los frutos del corazón del hombre uno siente
que debe ser Su misericordia la que nos presenta sin mancha ante Su rostro en
aquel día para vida eterna con un Dios de santidad. Sin duda es Su fidelidad
inmutable pero en presencia de tanto mal uno piensa más bien en la
misericordia. Compárese, en las mismas circunstancias, con lo que dice Pablo en
2ª Timoteo 1:16. Es la misericordia la que ha hecho la diferencia entre los que
caen y los que se mantienen en pie (compárese con Éxodo 33:19). Nosotros
debemos diferenciar también entre los que son cautivados. Hay algunos que sólo
son desviados por otros, hay otros en quienes están en acción los malvados
deseos de un corazón corrompido; y donde nosotros vemos a estos últimos debemos
manifestar aborrecimiento a todo lo que testifique de esta corrupción como algo
que es insoportable.
Las maquinaciones
de Satanás;
confianza
en Dios que es quien puede guardarnos sin caída
y
presentarnos sin mancha delante de Su gloria
En esta epístola el Espíritu de Dios no
presenta la eficacia de esta redención. Él está ocupado con las maquinaciones
del enemigo, con sus esfuerzos por relacionar los actos de la voluntad humana
con la profesión de la gracia de Dios, y así ocasionar la corrupción de la
asamblea y la ruina de los cristianos situándolos en el camino a la apostasía y
al juicio. La confianza está en Dios; a Él se dirige el escritor sagrado al
concluir su epístola mientras piensa en los fieles a quienes él estaba
escribiendo. "A aquel", él dice, "que es poderoso para guardaros
sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría".
El poder
que puede guardarnos; el pecado nunca es perdonable
Es importante observar la manera en que
el Espíritu de Dios habla en las epístolas de un poder que puede guardarnos de
toda caída e irreprensibles; así que un solo pensamiento de pecado nunca es perdonable.
No es que la carne no está en nosotros, sino que con el Espíritu Santo actuando
en el hombre nuevo nunca es necesario que la carne actúe o influencie nuestra
vida (compárese con 1ª Tesalonicenses 5:22). Nosotros estamos unidos a Jesús:
Él nos representa delante de Dios, Él es nuestra justicia. Pero al mismo tiempo
Aquel que en Su perfección es nuestra justicia es también nuestra vida; de modo
que el Espíritu tiene como objetivo la manifestación de esta misma perfección,
perfección práctica, en la vida diaria. El que dice: «Yo permanezco en Él», "debe andar como él anduvo". (1ª Juan 2:6). El Señor dice
también: "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en
los cielos es perfecto". (Mateo 5:48).
El
progreso cristiano: Cristo resucitado es el motivo y el objetivo
Hay progreso en esto. Es Cristo
resucitado quien es la fuente de esta vida en nosotros la cual asciende de
nuevo hacia su fuente y que ve al Cristo resucitado y glorificado, a quien
seremos conformados en gloria, como su motivo y objetivo (ver Filipenses 3).
Pero el efecto de esto es que no tenemos otro motivo: "Una cosa hago".
Así, con independencia de cuál puede ser el grado de comprensión, el motivo es
siempre perfecto. La carne no entra en absoluto como motivo y en este sentido
somos irreprensibles.
Nuestra
vida vinculada al resultado final
de una
condición irreprensible delante de Dios;
toda
gloria e imperio atribuidos a Aquel que puede lograrlo
Entonces el Espíritu, — puesto que
Cristo, que es nuestra justicia, es nuestra vida, — vincula nuestra vida al
resultado final de una condición irreprensible delante de Dios. La conciencia
sabe por gracia que la perfección absoluta es nuestra porque Cristo es nuestra
justicia; pero el alma que se regocija en esto delante de Dios es consciente de
la unión con Él y busca la realización de esa perfección conforme al poder del
Espíritu, mediante quien estamos unidos así a la Cabeza.
A Aquel que puede lograr esto, guardándonos
de todo tipo de caída, nuestra epístola Le atribuye toda gloria e imperio por
todas las edades.
Lo que
es peculiarmente sorprendente en la epístola
Lo que es peculiarmente sorprendente en
la Epístola de Judas es que él sigue la corrupción de la asamblea desde la infiltración
encubierta de algunos hasta su juicio final, mostrando además que dicha
corrupción no es detenida sino que pasa por sus diversas fases hasta aquel día.
J. N. Darby
Traducido del Inglés por: B.R.C.O. – Julio 2023
Otras
versiones de La Biblia usadas en esta traducción:
JND = Una
traducción del Antiguo Testamento (1890) y del Nuevo Testamento (1884) por John
Nelson Darby, versículos traducidos del Inglés al Español por: B.R.C.O.
KJV = King
James 1769 (conocida también como la "Authorized Version en inglés").
RV 1602 P =
Versión Reina-Valera 1602 Purificada.
RV1865 =
Versión Reina-Valera Revisión 1865 (Publicada por: Local Church Bible
Publishers, P.O. Box 26024, Lansing, MI 48909 USA).